Monster Sanctuary: monstruos de bolsillo y sobremesa


«Solo pueden entrar los Maestros Criadores.»

Monster Sanctuary no es un clon de Pokémon. Tampoco pretende serlo. Y, sin embargo, tiene bastante conceptos que fácilmente se comparan con la serie de Game Freak. Conceptos que podrían mejorar sustancialmente la experiencia de juego de Pokémon. Esta reseña pretende dar un repaso a lo que Monster Sanctuary ofrece. Es un juego bastante sólido y recomendable por sí mismo. Aunque siendo fan de Pokémon, resaltar los paralelismos es inevitable.

Nota 1: Los «paralelismos» entre Monster Sanctuary y Pokémon están señalados en color.
Nota 2: La reseña evita espóileres del argumento, aunque desmenuza elementos del juego (mecánicas).
Nota 3: En la mayoría de capturas los monstruos están pixelados. Parte de la gracia de estos juegos es ir descubriendo las criaturas, después de todo. Algunos se ven, pero aparecen pronto en la aventura.

   

El género «monster tamer», o criador de monstruos, no es nada nuevo. Megami Tensei, Digimon, Yokai-Watch o Pokémon son nombres populares que juegan con mecánicas de capturar, adiestrar o colaborar con todo tipo de criaturas en batalla. No son los únicos. Monster Rancher, Azure Dreams, Jade Cocoon o Lost Kingdoms también se basan en luchar mediante criaturas. Incluso series tan populares como Tales of Symphonia (Dawn of the New World), Castlevania (Dawn of Sorrow), Phantasy Star Online (Episode III: C.A.R.D.S.) o Monster Hunter (Stories) han incluido mecánicas relacionadas con el coleccionismo de criaturas.

¿Qué es Monster Sanctuary?

Monster Sanctuary se podría definir en tres palabras grupos de tres palabras:

  • Metroidvania aventura de exploración
  • Rol juego de rol
  • Monstruos coleccionismo de monstruos

El juego transcurre en un lugar conocido como (¡oh, sorpresa!) el santuario de monstruos. El santuario es una especie de reserva natural donde los monstruos campan a sus anchas. En el santuario viven humanos que establecen vínculos con ellos y se ayudan mutuamente, además de combatir bien contra otros criadores de forma amistosa, bien para defender la seguridad del santuario de cualquier amenaza.

Tras elegir nuestro avatar humano entre la asombrosa cantidad de dos posibilidades (🤯), el siguiente paso es escoger nuestro familiar espectral (pokémon inicial) entre cuatro posibles opciones: un lobo, un águila, un sapo o un león. (Supuestamente cada uno de estos monstruos pertenece a un linaje familiar, así que tiene poco sentido elegir desde el punto de vista argumental. Pero claro, está bonito que te dejen esa opción.)

Una vez hecha la elección, aparecemos en uno de los prados del santuario y toca regresar al bastión, el edificio fortificado que hace las veces de centro de operaciones donde encontrar distintos servicios y funciones: compra y venta de armas, accesorios y suministros, herrería, duelos… El paseo hasta allí sirve de tutorial para aprender las bases del juego e ir revelando las primeras nociones sobre la trama y el universo del juego.

Explorando el santuario

El mapeado del juego es similar al de muchos otros juegos de aventura y exploración como Metroid, Ufouria, Ghost 1.0 o Hollow Knight (o los Castlevania modernos, síii…). Pero a diferencia de esos juegos, Monster Sanctuary presenta un mapeado fácil de explorar. No está exento de caminos secretos, muros destructibles y zonas accesibles solo mediante ciertas habilidades, pero no te vas a perder o quedarte sin saber adónde ir a continuación. Y en caso de dudas, siempre se puede consultar el mapa que indica nuestra ubicación y los puntos de teletransporte activados en los numerosos biomas que conforman el santuario (pradera, cueva, bosque… nada revolucionario, pero cumple bien).

Para explorar el santuario, nuestro avatar deberá adquirir ciertas capacidades (como el típico doble salto), pero más habitual será depender de las aptitudes de exploración de los monstruos (como en Pokémon Ranger, pero el monstruo no nos abandona después): quemar vides, romper muros, volar cortas distancias, desplazarse por el agua… Los monstruos son grandes aliados para explorar.

La libertad de exploración deriva directamente de lo anterior. En la mayoría de juegos del género el progreso depende de llegar a equis zona y conseguir una mejora; en este juego las mejoras campan alegremente por el mapa en forma de monstruos. Un nuevo monstruo en nuestras filas puede aportar una nueva aptitud de exploración y darnos acceso a zonas que antes resultaban inaccesibles para nuestro avatar.

Misiones y dificultad

La libertad de exploración mencionada en el apartado anterior no se limita exclusivamente a recorrer el santuario. El juego cuenta con misiones principales que pueden resolverse en paralelo. También hay algunas misiones secundarias, aunque no son muy numerosas. Pese a ello, resolverlas puede darnos acceso a monstruos y recompensas únicas, o incluso zonas secretas del mapeado. Y como detalle a agradecer, desde el menú de pausa podemos hablar con nuestro familiar espectral, que nos recordará qué misiones hemos iniciado.

Algo a tener muy en cuenta es que explorar libremente sube la dificultad en todas las áreas. Los enemigos comunes tienen un nivel predefinido. Se volverán fáciles de derrotar, como en cualquier RPG. Pero existen unos monstruos llamados campeones (semejables a los pokémon tótem de Sol y Luna) que son más fuertes de lo normal. Algunos de ellos vienen a ser el clásico jefe de mazmorra al que derrotar para progresar en la historia, mientras que otros son jefes opcionales. Derrotar campeones es también la forma de subir de rango de criador.

El nivel de los campeones viene dictado por cuánto nos hayamos adentrado en el santuario. Dicho de otra forma, no puedes ventilarte la historia usando monstruos con nivel más alto que tus rivales. La estrategia y sinergia de los monstruos es el camino a la victoria.

Tipos de combates

Los criadores de monstruos pueden llevar consigo muchos monstruos para utilizar sus aptitudes de exploración a conveniencia. Los seis primeros monstruos conformarán el grupo (equipo pokémon) y podrán participar en un combate. Los combates pueden ser contra monstruos comunes, campeones o contra otros criadores de monstruos. Antes de iniciar cualquier combate puedes comprobar los datos de todos los monstruos (propios y rivales) y decidir cuáles de tus monstruos enviar a combatir primero.

[3v3] Los combates contra monstruos (pokémon salvajes) son los más frecuentes. Los monstruos van en grupos de tres, que se enfrentan a los tres monstruos tuyos que envíes a combatir.

[3v1] En los combates contra campeones (pokémon tótem), tres de nuestros monstruos se enfrentan a un único campeón. El campeón está en inferioridad numérica, pero tiene mejoradas las características (salud, ataque, defensa…) y puede realizar varias acciones consecutivas en su turno.

[6v6] Al combatir contra otros criadores de monstruos (entrenadores pokémon), ambos utilizan los seis monstruos de su equipo. Sigue habiendo solo tres monstruos en el campo de batalla, pero si uno cae será reemplazado por otro hasta que los seis monstruos de alguno de los criadores sean debilitados.

Desarrollo de los combates

Antes de combatir puedes visualizar las fortalezas y debilidades propias y de los oponentes y escoger qué tres de tus monstruos lucharán. En combate tenemos acciones típicas de RPG como atacar, huir, usar objeto, etcétera. Lo más común será usar las habilidades (movimientos) de los monstruos. Existen habilidades pasivas que surten efecto automáticamente. Las habilidades activas son los ataques propiamente dichos. Al contrario que la acción genérica de atacar, usar habilidades activas consume maná, que se regenera al final de cada turno en cierta cantidad. Pero si el monstruo no cuenta con suficiente maná, sus ataques serán de menor nivel y causarán menos daño.

Los combates son por turnos, en un orden preestablecido: primero atacarán tus monstruos, luego los rivales. En tu turno puedes escoger cuál de tus monstruos actúa primero, y cada uno de ellos puede realizar una acción. El orden en que ataquen tus monstruos es muy relevante. Algunos ataques consisten en un golpe potente, otros pueden golpear hasta ocho veces o incluso más. Cada golpe asestado incrementa el combo. Cuando ataque el siguiente monstruo, aumentará el daño en un 5% por cada golpe acumulado. Si tus dos primeros monstruos golpean 10 veces cada uno, son 20 golpes (¡100% de daño extra!). Así que el ataque de tu tercer monstruo causaría el doble de daño.

Eso nos lleva a los roles que cada monstruo puede ejercer. Sin entrar en mucho detalle aún, son todos muy versátiles y pueden especializarse en diversas facetas: curar, aplicar cambios de estado, golpear fuerte, proteger a aliados… Obviamente, ciertos monstruos son algo más fuertes de forma natural, pero el juego ofrece opciones para personalizar el estilo de combate de cada monstruo, haciendo que todos sean útiles competitivamente si hay buena sinergia con sus compañeros.

Resultados del combate

Al acabar un combate, recibiremos botines comunes, raros o especiales en función de cómo hayamos desempeñado en la liza. Los botines comunes y raros generalmente son materiales para la forja, pociones o equipamiento básico. El botín especial es normalmente un huevo de monstruo con el que aumentar nuestra colección. Cuanto mejor sea la valoración, más probable será obtener huevos.

El juego mide diversos parámetros para dar una valoración del combate (una estrella cada 2000 puntos) y decidir así las recompensas que obtendremos. Los parámetros que el juego contabiliza son:

  • Dificultad enemiga: Compara la fuerza de nuestro grupo con la del enemigo.
  • Duración: Turnos que duró el combate. En mi experiencia, de los criterios con más impacto en el resultado. Si un combate dura más de 5 turnos (8 contra campeones), obtendremos 0 puntos.
  • Vitalidad: Al final de cada turno, se calcula el porcentaje de salud de nuestros monstruos con respecto a su salud máxima. Al final del combate se hace una media de esos porcentajes y da un valor que determina la puntuación.
  • Ventaja/desventaja: suma puntos al aplicar ventajas a nuestros monstruos (como regeneración de salud) y desventajas a los oponentes (quemaduras, envenenamiento, etcétera). También suma puntos al activarse las desventajas en cada turno, por lo que iniciar los combates aplicando desventajas a los enemigos puede ser muy útil.
  • Ejecución: la puntuación será mayor en base a tres criterios: el combo generado por los dos primeros monstruos, el daño causado por el ataque del tercer monstruo (aprovechando ese combo) y el hacer uso de ataques con ventaja sobre el enemigo.

También ganaremos puntos de experiencia que se repartirán de forma equitativa entre los seis miembros del grupo. Llevar un pokémon al nivel máximo es infructuoso, pero en Monster Sanctuary los monstruos al nivel máximo siguen ganando experiencia y, al llegar a un «nuevo nivel» obtienen un objeto raro de obtener por otros medios. Por lo tanto, apoyarse en monstruos fuertes cuando el juego lo requiere tiene ese plus que hace valorarlos aún más.

Coleccionando monstruos

El juego contiene 101 monstruos en total. Algunos con diseños geniales, otros bastante simplones. Típico, pero va en gustos. Como ya se mencionó, podemos conseguir huevos de monstruos al obtener una buena valoración en combate (los huevos de campeones requieren una valoración de 5 estrellas). Eso sí, no cuentes con hacer cardio eclosionando huevos porque eclosionan directamente en el menú del inventario, sin más. (Toma nota, Game Freak, porfi.)

Ciertos monstruos se consiguen de forma especial durante la historia principal (como nuestro familiar espectral al comienzo) o tras completar alguna misión secundaria. Pero para hacernos con todos tendremos que evolucionar a ciertas especies. Este aspecto del juego me dejó muy frío. Esperaba algo medianamente complejo al nivel de Lost Kingdoms, donde muchos monstruos son capaces de transformarse en otros. En Monster Sanctuary son pocos los que evolucionan, pero es cierto que eso facilita que todos los monstruos sean relativamente viables en combate.

Tras completar cierta trama principal, empezaremos a encontrar monstruos alterados. A diferencia de los pokémon variocolor, son más que un mero cambio estético. ¡Y también mucho más comunes! Existe un 25 % de probabilidad de que un grupo de monstruos contenga un monstruo alterado. Y además, mediante el uso de ciertos objetos (bastante raros de obtener) se puede cambiar cualquier monstruo a cualquiera de sus formas alteradas o de vuelta a su forma neutral en cualquier momento.

Los monstruos evolucionados dejarán huevos de su forma básica, pero los monstruos alterados dejan huevos alterados de los que nace directamente otro monstruo alterado. ¡Nice!

Los monstruos alterados existen en dos variantes y, aparte del color, también cambian ligeramente sus características de ataque, salud, etcétera. Además, según de qué versión alterada se trate, tendrá una habilidad pasiva adicional distinta. (Los ataques que aprenden son los mismos, eso sí.) Como forma de equilibrar esta ventaja, los monstruos no alterados son capaces de equiparse un accesorio que potencia mucho todas sus características, pero que no sirve para formas alteradas.

Por último, conoceremos a un par de personajes durante la aventura que nos ofrecerán servicios para gestionar nuestra colección de monstruos. Un personaje nos ofrecerá cuidar de los monstruos que no queramos llevar con nosotros (tener varias decenas es abrumador) y el otro está montando un ejército de monstruos para defender el bastión. Vamos, que podemos liberar los monstruos que no queramos ya dándoselos a él (y obtener recompensas por ello; win-win).

Entrenamiento de monstruos

Entrenar un buen pokémon puede llevar horas; entrenar un monstruo, minutos. La eclosión inmediata de huevos es una gran ventaja, pero hay más. Los monstruos nacen casi al mismo nivel que tu monstruo más fuerte. En la recta final, cuando la dificultad se vuelve exponencial, derrotar monstruos en uno o dos turno con tus monstruos más fuertes para «farmear» huevos es muy reconfortante. Eclosiona, le das unas insignias de nivel (caramelos raros), le enseñas las habilidades que quieras, ¡y a combatir! Tardas meros minutos en tener monstruos completamente competentes para poder probar estrategias sin perder horas (o días) entrenando. Y si buscas coleccionar las formas alteradas, con una campana monstruosa puedes regenerar el grupo de monstruos que acabas de derrotar para enfrentarte de nuevo a ellos, con ese 25 % de probabilidad de que alguno aparezca con forma alterada.

Al enfrentarnos a un monstruo, se registrarán sus datos en la monstruopedia. Además de una pequeña biografía y una historia sobre el monstruo, podremos consultar sus habilidades y resistencias, los botines que deja como recompensa, la aptitud de exploración (la habilidad que otorga en el mapeado), sus características de base y su categoría (un escarchi es aéreo, natural y espíritu). Ciertas habilidades de combate ofrecen ventajas o desventajas en base a estas categorías. No obstante, la monstruopedia solo ofrece una visión general de la especie.

Si entramos en la sección de habilidades de un monstruo obtendremos una visión detallada del desarrollo individual de cada monstruo. En la parte superior izquierda vemos el nombre y nivel del monstruo, y sus puntos de habilidad. Se obtiene un punto por cada nivel y se consume uno al enseñarle una habilidad (mostradas debajo). El nivel máximo es 40. Al llegar a ese nivel, por cada 300 000 puntos de experiencia adicionales obtenemos una poción de habilidad (otorga otro punto, pero limitado a una poción por monstruo).

En la parte superior central tenemos las características (stats y stats base): ataque, ataque mágico, defensa, puntos de salud y maná. Las barras representan el valor de base de las características, que es fijo para cada especie de monstruo (recordemos que varía para sus versiones alteradas). Los números son el valor actual, que aumenta con el nivel del monstruo y ciertas habilidades y equipamiento.

A la derecha hay tres valores más, que siempre tienen valor fijo independiente de la especie: regeneración de maná (50 % del maná del monstruo), probabilidad de crítico (10 %) y daño crítico (+50 %). Cada ataque que lancemos consume maná, por lo que es vital que nuestros monstruos tengan buena cantidad de maná para poder atacar y buena regeneración de maná para recuperar el maná consumido. De lo contrario podemos encontrarnos usando versiones más débiles de nuestros ataques (admitámoslo: a nadie le gustaría pasar de ser la escopeta de DOOM a ser una escopeta de feria).

En la parte superior derecha se lista las resistencias y debilidades elementales. Cada especie tiene sus debilidades y resistencias propias. Existen 5 elementos: agua, fuego, viento, tierra y neutro. Además, los monstruos pueden presentar debilidad o resistencia a los ataques físicos o mágicos así como a las desventajas (veneno, quemaduras, etcétera). Al igual que en Pokémon, las debilidades aumentan el daño un 50 % y las resistencias lo reducen un 50 %.

En la parte central tenemos los árboles de habilidades. Como la cantidad de puntos de habilidad que puede conseguir un monstruo es limitada, es imposible activar todas las casillas. Ello hace que escoger las habilidades idóneas para el rol que queramos dar al monstruo sea parte crucial del entrenamiento. Un trasgo minero está claramente enfocado al ataque físico, pero otros monstruos lo están al ataque mágico, o a servir de apoyo a sus compañeros. La mayoria de monstruos son versátiles y pueden orientarse a cualquiera de esas tres variantes o bien una mezcla de ellas.

En la parte inferior del árbol de habilidades se encuentran los llamados límites, habilidades poderosas que se desbloquean al llegar al nivel máximo. Se puede escoger cualquiera de los tres disponibles y cambiar el escogido libremente. Sin duda un aliciente para subir al nivel máximo a los monstruos.

Los cambios de estado se representan con un icono azul (ventajas) o rojo (desventajas) y permanecen funcionales hasta que se eliminen mediante habilidades. En contraste, existe un tercer tipo de cambios de estado especial representado con un icono dorado. Estos estados se eliminan automáticamente al cabo de ciertos turnos (sangrado), al atacar (ceguera) o se acumulan indefinidamente (edad, que mejora las características del monstruo tras cada turno).

Not gonna lie! Ver muchos iconos sobre los monstruos mola.
Menos si son desventajas en tus monstruos. Eso no mola. :-]

Otro de estos cambios de estado dorados genera daño infinito. Se activa automáticamente tras cierto número de turnos y multiplica el daño con cada turno hasta que cualquier monstruo caiga en un golpe, no importa cuán potenciado esté. En otras palabras, evita el stall en los combates para que no se alarguen artificialmente con estrategias ultradefensivas (tan aborrecibles en Pokémon).

Al preparar monstruos para la batalla, el equipamiento y la comida también importan. En Pokémon, con la naturaleza, los EV y el objeto equipado puedes orientar un Pokémon para que sea más ofensivo, defensivo o veloz. Algo similar permiten el equipamiento y la comida en Monster Sanctuary, con la ventaja de que cambiarlo cuesta un instante. Gracias al equipamiento mejoran las características y se consiguen efectos diversos. Además, se puede mejorar en la forja del bastión a cambio de materiales. (Algunas armas y accesorios tienen un borde dorado en su icono para indicar que son objetos únicos.) En cuanto a la comida, cada tipo de alimento mejora una característica y un monstruo puede comer tres alimentos en total. Si come un cuarto, el primero que comió será reemplazado.

Otros elementos del juego

El bastión, aparte de servicios como la mencionada forja, el ejército de monstruos o tiendas varias, da acceso también a la torre del bastión. Allí encontramos varios personajes que ofrecen retos diversos, desde volver a retar a los campeones ya derrotados a enfrentarnos a otros jugadores humanos en combates de criadores (no hay cross-play entre plataformas). Esta parte no la he explorado aún pero, como curiosidad, a 18 de enero de 2021 (cuando acabé la historia principal) entre los 10 jugadores en lo más alto de la clasificación en Nintendo Switch habían usado 35 monstruos diferentes. Es una cantidad relativamente variada y considerando que un mismo monstruo puede cumplir varios roles, la escena competitiva podría tener potencial.

El post-game por su parte no es especialmente extenso, pero sí intenso. Algunos campeones solo son accesibles tras completar la historia principal y son verdaderamente duros de roer porque son más fuertes de base que el resto de campeones del juego.

Actualmente no hay ningún DLC previsto para el juego, aunque sí una posible actualización para añadir un par de opciones que se quedaron fuera en el desarrollo: personalización del avatar humano y «Nuevo juego +». Al reiniciar la partida en este modo se conservarían todos nuestros monstruos pero volverían a nivel 1. Su aptitud de exploración solo podría usarse tras volver a encontrarlos durante la partida. Además, la dificultad sería mayor porque el equipamiento no tendría efecto.

Conclusiones finales

Completar la aventura principal a mi ritmo y explorando todo el mapa accesible me llevó 45 horas (ciertas habitaciones requieren habilidades de exploración de los campeones de post-game), aunque probablemente pueda completarse en unas 20-25 horas. La dificultad puede ser exasperante, tanto al enfrentarse a campeones opcionales como en la recta final del juego, si bien dependerá de cada jugador en base a su estilo de juego y los monstruos que conformen su grupo. Pero si tras unos intentos no se da con la clave, lo mejor es despejarse farmeando monstruos para probar otras estrategias. A veces no es cuestión de hacer una buena estrategia, sino de observar la estrategia del rival e impedirle que la lleve a cabo.

El juego me motiva lo suficiente como para seguir jugándolo a ratos durante el resto del año, tanto para derrotar a todos los campeones y completar la monstruopedia, como para completar mi propia colección de «shiny». O al menos tantos como pueda (creo que con los campeones será imposible, porque solo en algún caso excepcional se consiguen dos huevos de ellos).

Está establecida la noción de que un GOTY (Juego del Año) es un juego excelente en todos sus apartados. Para mí no es necesariamente así. A veces la suma de las partes ofrece un valor superior a las partes individuales. Aunque Monster Sanctuary puede flojear en algunos apartados, en su conjunto ofrece una experiencia con suficiente gancho para dedicarle decenas de horas.

En un género que está en pleno auge como es el coleccionismo de monstruos, muchos juegos intentarán elevarse apoyados en hombros de gigantes. Otros, en cambio, se distancian y ofrecen su propia experiencia de juego. Los primero pueden atraer porque nos resultan familiares, pero aquellos que se atrevan a experimentar y «reinventar» la fórmula, si lo hacen bien, pueden marcar su propia tendencia. Estoy plenamente convencido de que Monster Sanctuary tiene ese potencial.

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